De vez en cuando la gente me dice «relájate, es sólo un perro» o «cuánto dinero dinero por sólo un perro». Ellos no comprenden la distancia recorrida, el tiempo invertido o el coste incurrido por «sólo un perro».
Algunos de mis momentos de mayor orgullo han ocurrido con «sólo un perro». Muchas horas han pasado siendo mi única compañía «sólo un perro», pero ni por un sólo instante, me sentí despreciado.
Algunos de mis momentos más tristes han sido por «sólo un perro», y en esos días grises, el suave toque de «sólo un perro» me dio el confort y la razón para superar el día. Continuar leyendo «Es sólo un animal (un buen argumento para silenciar voces ajenas)» →